lunes, 3 de enero de 2011

Los principales avances científicos de 2010


En busca de la "partícula divina"

El Gran Colisionador de Hadrones es un túnel de más de 30 kilómetros entre Francia y Suiza.
En 2010, el Gran Colisionador de Hadrones -un enorme anillo de más de 30 kilómetros ubicado a cien metros bajo tierra en la frontera franco-suiza- comenzó a reproducir "mini big bangs" para estudiar el origen del universo.
Aunque este dispositivo, desarrollado por la organización europea de investigación nuclear (CERN, por sus siglas en francés) fue disparado por primera vez en 2008, fue este año cuando empezó a realizar colisiones de haces de protones a velocidades récord.
El objetivo es analizar esos choques, que podrían revelar partículas desconocidas hasta ahora, entre ellas la "partícula divina", o bosón de Higgs, y responder a muchas de las preguntas pendientes de la física.

Los mensajes holográficos ya (casi) están aquí


Los mensajes holográficos fueron popularizados a finales de los '70 por la Guerra de las Galaxias. Este año, un equipo de investigación de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, hizo que el envío de mensajes animados en 3D sea casi una realidad.
En el prototipo del "aparato de telepresencia", 16 cámaras filman a un individuo u objeto y transmiten su imagen tridimensional a otro punto.
Mediante un láser, las imágenes se imprimen en una pantalla de polímero fotosensible y se van actualizando cada dos segundos.
Aunque este mecanismo es todavía demasiado lento para mantener una comunicación en directo, podría llegar a ser utilizado, por ejemplo, para el diagnóstico y el tratamiento médico a distancia.

El primer tratamiento con células madre embrionarias

Y en octubre, una de las principales noticias científicas fue el inicio del primer ensayo en humanos de un tratamiento con células madre embrionarias.
La compañía biofarmacéutica Geron Corporation, de California, intentará restaurar la sensibilidad y el movimiento de ciertos miembros en pacientes con lesiones graves de médula espinal.
Este ensayo, el primero de esta índole autorizado por la Administración de Alimentos y Fármacos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés), suscitó un intenso debate ético.
Sin embargo, el éxito del tratamiento –que ya dio buenos resultados en animales- no está garantizado en humanos.

Planetas lejanos, cada vez más cerca

El planeta Gliese 581g es, según los científicos, simila a la tierra.
Durante 2010 se descubrieron numerosos planetas fuera del Sistema Solar. Y uno de ellos parece haberse originado fuera de la Vía Láctea, nuestra galaxia, un hallazgo que nunca antes se había realizado.
"Hay muchas razones para creer que los planetas están extendidos por el resto del universo, pero esta es la primera vez que tenemos evidencia de ello", señaló el doctor Robert Massey, de la Real Sociedad Astronómica del Reino Unido.
Pero, sin duda, el descubrimiento astronómico más comentado fue el del planeta "Gliese 581g", un exoplaneta parecido a la Tierra que podría reunir las condiciones adecuadas para el desarrollo de la vida.
"Gliese 581g tiene el tamaño justo y se encuentra a la distancia adecuada de su estrella para tener agua líquida y una atmósfera", apuntó el doctor Paul Butler, de la Institución Carnegie de Washington.
Aunque todavía no existe la tecnología que permitiría confirmar si en Gliese 581g hay vida, los científicos aseguran que la "cacería de planetas" es cada vez más fácil.

Adiós a los transbordadores espaciales

2011 verá el último vuelo de un transbordador espacial de la NASA.
Este año estaba previsto que los viajes de transbordadores espaciales llegaran a su fin.
Aunque el retraso del lanzamiento del Discovery aplazó el último adiós para ese tipo de vuelos hasta 2011, el cambio en el programa espacial estadounidense está en marcha.
En 2010, el presidente estadounidense, Barack Obama, firmó una ley según la cual, a partir de ahora, los astronautas serán puestos en órbita mediante servicios de lanzamiento de gestión privada.
La compañía californiana Space X firmó un contrato de US$1.600 millones con la agencia estadounidense del espacio (NASA, por sus siglas en inglés) para la construcción de 12 naves que abastezcan a la Estación Espacial Internacional.
En diciembre, la empresa lanzó su cápsula Dragon, que completó dos vueltas a la Tierra antes de caer al océano Pacífico. Según el fundador de Space X, Elon Musk, la compañía podría llevar astronautas al espacio en el plazo de tres años.

"Nace" la primera célula viva con ADN sintético


Ya en 1999, el doctor J. Craig Venter se mostró dispuesto a crear microorganismos artificiales. Este año, la revista Science publicó que, por primera vez, este investigador y empresario estadounidense había conseguido trasplantar ADN artificial –una especie de "software genético"- en una célula.
Como consecuencia, el comportamiento del microorganismo resultante es dictado por sus genes sintéticos.
Venter asegura que esta técnica puede utilizarse para producir medicamentos, combustible o incluso absorber gases de efecto invernadero. Unas expectativas que otros científicos consideran excesivas.

miércoles, 27 de octubre de 2010

El robot que lee la mente para aprender


Rajesh Rao es un hombre que cree que el mejor tipo de ayuda robótica es la que puede leer la mente. De hecho, es más que un defensor de los robots de control mental. Cree en entrenarlos a través del poder del pensamiento.
Su equipo en el Laboratorio de Sistemas Neuronales, en la Universidad de Washington, espera llevar la tecnología de interfaz cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés) a un nuevo nivel al intentar enseñarle a los robots nuevas habilidades a través de señales cerebrales.
Sustitutos robóticos que ofrezcan a personas paralizadas la libertad para explorar su ambiente, manipular objetos, o simplemente buscar cosas ha sido el santo grial de la investigación sobre la BCI durante mucho tiempo.
El equipo de Rao comenzó con la programación de un robot humanoide de comportamientos simples que los usuarios podían seleccionar con un electroencefalograma (EEG) que recogía su actividad cerebral.
El cerebro genera lo que se conoce como P300, o P3, una señal involuntaria cada vez que se reconoce un objeto. Esta señal es causada por millones de neuronas que trabajan juntas de una manera sincronizada.
Esto ha sido utilizado por muchos investigadores en todo el mundo para crear aplicaciones basadas en la BCI que permiten al usuario escribir una palabra, identificar imágenes, seleccionar botones en un entorno virtual y, más recientemente, incluso tocar en una orquesta o enviar un mensaje de Twitter.
La meta inicial del equipo de científicos era que el usuario enviara una orden al robot para que la procesara en un movimiento, explica Lakshmi Sandhana, periodista especializado en tecnología.
Sin embargo, esto requiere que el robot esté programado con un conjunto predefinido de comportamientos muy básicos, un enfoque que el Dr. Rao encontró que era muy limitante.
El equipo pensó luego que darle al robot la capacidad de aprender podía ser el truco para permitir un mayor rango de movimientos y respuestas.
"¿Qué pasa si el usuario quiere que el robot haga algo nuevo?", se pregunta Rao.
La respuesta, dice, es aprovechar el sistema "jerárquico" del cerebro, utilizado para controlar el cuerpo.
"Un comportamiento inicialmente enseñado por el usuario es transferido en un comando de más alto nivel. Cuando se lo invoca más tarde, los detalles del comportamiento son manejados por el robot", explica Rao.
"Mitra", un amigo
El último prototipo de Rao es "Mitra", que significa "amigo". Es un humanoide de 60cm de altura que puede caminar y buscar, recoger y dejar objetos familiares.
El equipo está construyendo un BCI que se puede utilizar en entrenar a "Mitra" para caminar hacia diferentes ubicaciones dentro de una habitación.
Una vez que una persona se coloca el EEG puede elegir entre enseñar al robot una nueva habilidad o ejecutar un comando ya conocido a través de un menú.
Si el robot aprende el nuevo comportamiento, el usuario puede pedir al sistema que almacene el nuevo comando de alto nivel que aparecerá en la lista de opciones disponibles la próxima vez.
"El sistema resultante es a la vez de adaptación y jerárquico. De adaptación, ya que aprende del usuario y jerárquico porque los nuevos comandos se pueden componer como secuencias de comandos que ha aprendido", dice Rao.
El principal desafío en este momento es conseguir que el sistema sea exacto.
"El EEG se puede utilizar para enseñar habilidades sencillas a un robot como dirigirse a una nueva ubicación, pero no esperamos ser capaces de enseñarle a los robots habilidades complejas que implican manipulación fina, como abrir un frasco de medicina o atarse los cordones", agrega el doctor.
Podría ser posible alcanzar un mayor grado de control mediante la utilización de una BCI invasiva o permitiéndole al usuario seleccionar videos de acciones humanas que el robot puede intentar aprender.
Un esfuerzo paralelo en el mismo laboratorio está centrado en algoritmos de aprendizaje basados en la imitación, que permitirían al robot imitar acciones complejas, tales como patear una pelota o levantar objetos viendo un ser humano hacer la tarea.

Una serie de grupos intentan crear robots controlados a través de la mente para varias aplicaciones:
Este año Honda demostró cómo su robot Asimo era capaz de levantar un brazo o mover una pierna a través de señales enviadas desde un electroencefalograma operado por un usuario.
Científicos de la Universidad de Zaragoza (España) trabajan en crear sillas de ruedas robóticas que puedan ser manejadas con el pensamiento.

jueves, 7 de octubre de 2010

El gran inventario del océano


El fondo de los océanos ha estado siempre lleno de secretos. Allí viven miles de especies extraordinarias, muchas de ellas desconocidas para el hombre. Conocer mejor a sus habitantes ha sido durante décadas uno de los grandes retos de los científicos, un objetivo que hoy está más cerca gracias a un ambicioso proyecto internacional de investigación que este lunes ha sido presentado en Londres en forma de libro.
El Gran Censo de la Vida Marina recoge la información recopilada durante diez años en todos los océanos del mundo y pone de manifiesto el gran impacto de la actividad humana en los mares y en sus habitantes. Para llevar a cabo este gran inventario han sido necesarias 540 expediciones (9.000 días surcando los mares) y miles de horas de trabajo catalogando los datos en laboratorios y archivos. El resultado es un retrato sin precedentes sobre la biodiversidad de los océanos.
Las nuevas tecnologías y la colaboración entre países han sido decisivos para elaborar esta base de datos, para la que se ha contado con un presupuesto de 650 millones de dólares (unos 475 millones de euros). Se trata de uno de los mayores proyectos de colaboración científica llevados a cabo (han participado alrededor de 2.700 científicos procedentes de 80 países). El libro recoge los entresijos de esta investigación y desvela nueva información sobre las especies y sus hábitats, sus rutas migratorias, cómo se distribuyen y los cambios que se están produciendo en los océanos.
La base de datos contiene alrededor de 120.000 especies marinas, muchas de ellas desconocidas o fotografiadas por primera vez.
Contabilizando las catalogadas durante estos diez años de trabajo, el número de especies formalmente descritas en la literatura científica se sitúa en algo menos de 250.000, aún muy lejos del más del millón de especies que, según estiman los oceanógrafos, pueblan los océanos.
Y es que, a pesar de los avances, quedan mucho trabajo por hacer ya que esta gigantesca tarea está sólo en sus primeras fases, como subrayó el presidente del Comité de Coordinación del Censo, Ian Poiner, durante la rueda de prensa celebrada en Londres, informa Efe.
El 10% de especies marinas que viven en Europa (sin contar los microbios) aún está por describir, un porcentaje que aumenta al 38% en África del Sur, a casi el 60% en la Antártida, al 70% en Japón, y al 80% en Australia, según los autores de este proyecto.

De cara al futuro, los científicos proponen una serie de medidas para preservar la diversidad de especies y de sus hábitats, manejar los recursos del mar de una manera más eficaz y responder a las amenazas del cambio climático.
Según indicó Ian Poiner, "la vida de la superficie depende de la vida que hay en los océanos. La vida marina genera la mitad de nuestro oxígeno, gran parte de nuestra comida y sirve para regular el clima".
"Todos somos ciudadanos del mar. Y aunque queda mucho por saber, incluidas al menos 750.000 especies, ahora tenemos un mejor conocimiento de nuestros compañeros de viaje y del enorme hábitat que ocupan en este planeta", subrayó el científico australiano.
El estudio ha puesto también de manifiesto la conexión que hay entre océanos gracias al seguimiento exhaustivo que se ha hecho de las migraciones de numerosas especies. Asimismo, ha mostrado que hay "un declive generalizado de la abundancia marina". Los océanos están más alterados de lo que los científicos esperaban como consecuencia de la contaminación provocada por los humanos.

miércoles, 4 de agosto de 2010

El robot humanoide R2 contará su misión espacial a través de Twitter

El robot R2 de la Nasa, que no tiene voz, pero sí puede emplear sus manos, ha comenzado a comunicarse a través de Twitter mediante mensajes en los que habla sobre su próxima misión 'STS-133' en el espacio y que seguirá enviando desde la Estación Espacial Internacional.

Así, R2 ya está mandando actualizaciones desde la cuenta de Twitter @AstroRobonaut y, con la ayuda de su equipo, informará sobre su preparación para el despegue y finalmente, sobre su trabajo a bordo de la Estación Espacial, según indica la Nasa.

"¡Hola mundo! Mi nombre es Robonaut 2 -R2 de forma abreviada-", cuenta en Twitter. "¡Sigue mis aventuras aquí mientras me preparo para viajar al espacio!", añade.

El próximo mes de septiembre, el robot será trasladado desde el centro espacial Johnson, donde ha sido creado, al Centro Espacial Kennedy de la Nasa en Florida para las pruebas finales. El despegue a bordo de la lanzadera espacial Discovery, como parte de la misión STS-133, está previsto para noviembre.

R2 fue creado como resultado de un proyecto conjunto entre la Nasa y General Motors que comenzó en 2007. En un principio, estaba pensado para ser un prototipo de enlace con la Tierra, pero los ingenieros querían ver cómo funcionaba en microgravedad.

Este robot es el humanoide más avanzado que existe y, cuando se encuentre en el espacio, será el primer robot humanoide que alcance la órbita y el primer robot construido en América que llegue hasta la Estación Espacial.

A largo plazo, cuando sus creadores aprendan más sobre su manejo en el espacio y cuando se puedan hacer mejoras, podría conseguirse que el robot ayude a los astronautas dentro y fuera de la Estación Espacial con las tareas rutinarias o con aquellas demasiado peligrosas para los humanos.

viernes, 18 de junio de 2010

Logran Medir la Masa de los Quarks Up, Down y Strange


Los quarks, las partículas elementales de las que están hechos los protones y neutrones, hasta ahora habían sido notablemente difíciles de detectar, y aún más de pesar. Un grupo de investigación ha calculado, con un pequeño margen de error, la masa (expresada en su valor energético) de los tres quarks más ligeros, y por tanto más escurridizos: Up, Down y Strange.
El trabajo ha sido efectuado por el profesor de física G. Peter Lepage, de la Universidad Cornell, y sus colaboradores de varias instituciones.Los resultados de la investigación reducen la incertidumbre sobre las masas de los quarks hasta un pequeño porcentaje. Los científicos conocen la masa del protón desde hace casi un siglo, pero determinar la masa de cada uno de esos tres quarks ha sido un reto permanente.
Los quarks se mantienen juntos gracias a la, así llamada, Fuerza Fuerte, tan poderosa que hace imposible separarlos y estudiarlos.Para determinar las masas de los quarks fue necesario hacer un análisis detallado de la Fuerza Fuerte. Los científicos hicieron frente al problema recurriendo a grandes supercomputadoras que les permitieron simular el comportamiento de los quarks y los gluones dentro de partículas tales como protones.Los quarks tienen una gama de masas sorprendentemente amplia. El más ligero pesa 470 veces menos que un protón. El menos ligero pesa 180 veces más que un protón, o es casi tan pesado como todo un átomo de plomo.El motivo por el que existen estas enormes disparidades entre las masas de los quarks es uno de los grandes misterios actuales de la física teórica.Los resultados del nuevo estudio indican que el quark Up pesa aproximadamente 2 megaelectronvoltios (MeV), el quark Down pesa alrededor de 4,8 MeV, y el quark Strange pesa cerca de 92 MeV.

viernes, 21 de mayo de 2010

Científicos crean "célula artificial"


Científicos en Estados Unidos crearon lo que dicen es la primera célula controlada por un genoma sintético.
Según los investigadores, éste es el primer paso hacia la creación de vida artificial y algún día se podrían crear bacterias para, por ejemplo, producir combustibles o ayudar a absorber gases contaminantes y resolver otros problemas ambientales.
Los científicos del Instituto J. Craig Venter, que ya habían creado el genoma sintético de una bacteria, ahora lograron trasplantarlo a otra y producir lo que dicen es una célula artificial.
Esta célula "programada" por su cromosoma sintético comenzó a replicarse y a producir una nueva serie de proteínas, expresan los investigadores en la revista Science.
"Hito"
Aunque algunos expertos describen el avance como un "hito en la historia de la biología y biotecnología", todavía, dicen, no se puede hablar de una forma de vida "verdaderamente artificial" porque el genoma sintético fue colocado en una célula natural.
"Ésta es la primera célula sintética que ha sido creada", afirma el profesor Craig Venter, quien dirigió la investigación.
"Y la llamamos sintética porque la célula se deriva totalmente de un cromosoma artificial, creado con cuatro botellas de compuestos químicos, un sintetizador químico y con información inicial de una computadora".
"Esto puede ser una herramienta poderosa para tratar de diseñar lo que queremos en biología. Tenemos una amplia variedad de aplicaciones en mente" señala el científico.
Hace más de una década el profesor Venter y su equipo comenzaron su proyecto para la creación de vida en el laboratorio determinando cuál era la información mínima necesaria para que un microbio pudiera existir.
La teoría era que a esa información se le podrían agregar genes capaces de convertir a ese microbio en una "fábrica" productora de compuestos útiles, como combustibles, fármacos y otras sustancias.
En 2007 los científicos informaron que habían logrado transferir el genoma natural de una bacteria, Mycoplasma mycoides, a otra bacteria, Mycoplasma capricolum, tomando el control de su funcionamiento celular.
Un año después, el equipo informó que había logrado crear un cromosoma sintético de la Mycoplasma mycoides utilizando bloques de material genético.
Ahora, los científicos combinaron ambos avances tomando el genoma sintético de la M. mycoides añadiéndole secuencias de ADN que sirvieran como "marcas" para distinguirlo del genoma natural.
Compuestos útiles
Los científicos insertaron secuencias cortas de ADN en levadura para modificar el genoma de la bacteria, posteriormente transfirieron cadenas medianas de ADN a una bacteria E. coli que nuevamente fueron insertadas en la levadura.
Eventualmente lograron producir un genoma con más de un millón de pares de bases de ADN.
El paso siguiente de los investigadores fue trasplantar el genoma sintético de la M. mycoides a la M. capricolum.
El nuevo genoma, dicen los científicos, "puso en marcha" a las células recipientes. Y aunque 14 genes fueron eliminados o interrumpidos en la M. mycoides, ésta siguió siendo una bacteria normal y produciendo solo proteínas de M. mycoides.
En el laboratorio los científicos pudieron comprobarlo cuando apareció una colonia azul de bacterias que comenzó a reproducirse en la placa.
Cuando secuenciaron el ADN de la colonia confirmaron que la bacteria tenía el genoma sintético y que estaba produciendo proteínas de la M. mycoides y no de la M. capricolum.
"Fue claro que habíamos logrado transformar una célula en otra" expresa el profesor Venter.
"Pensamos que es un paso importante, tanto científica como filosóficamente. Ciertamente ha cambiado mi visión de la definición de lo que es vida y de cómo funciona la vida", agrega.
Otros expertos afirman sin embargo que aunque el avance es muy importante todavía es muy pronto para hablar de "vida artificial".
"Es un logro ciertamente asombroso" dice el doctor Anthony Forster, biólogo molecular de la Universidad de Vanderbilt, en Tennessee, Estados Unidos.
Pero subraya que "esta investigación ciertamente no creó una forma de vida verdaderamente sintética, porque el genoma sintético fue colocado en una célula que ya existía".
De cualquier forma, Craig Venter está ahora un poco más cerca de su objetivo final: la creación de microorganismos diseñados específicamente para producir compuestos útiles para la humanidad, como combustibles limpios como hidrógeno, sustancias absorbentes de gases de efecto invernadero, compuestos para purificar el agua y hasta limpiar derrames de petróleo.

jueves, 20 de mayo de 2010

Los primeros animales de la Tierra no se extinguieron


Uno de los agujeros más profundos en el complejo puzle de la evolución es el que sigue a la explosión del Cámbrico, hace unos 550 millones de años, cuando se desarrollan los primeros animales después de miles de millones de años de vida unicelular. Sin embargo, después de ese florecimiento que dio lugar a una gran diversidad de formas anatómicas nuevas, estos animales desaparecen del registro fósil. Los paleontólogos han debatido durante décadas si esa ausencia de fósiles se debe simplemente a una mala preservación, o si es que aquella primera fauna de la Tierra fue diezmada durante un gran episodio de extinción en masa.
En los últimos años, nuevos descubrimientos de fauna post-cámbrica están inclinando la balanza hacia la primera teoría: si no quedan fósiles cámbricos en los periodos siguientes es sencillamente porque se conservan muy pocos. Así lo constata el último hallazgo de fósiles de tejido blando excepcionalmente preservados que ha tenido lugar en Marruecos.
Los animales encontrados (unos 1.500 especímenes) cerca de la localidad de Zagora, datados en unos 480 millones de años -en el periodo Ordovícico-, son formas primitivas de esponjas, gusanos, trilobites y moluscos, muy similares en su forma a aquéllos extraídos del yacimiento cámbrico más conocido, el de Burgess Shale, en las Montañas Rocosas canadienses. Esto implica que la fauna del Cámbrico posiblemente no se extinguió, sino que continuó evolucionando y, de hecho, creen los autores del descubrimiento, pudo desempeñar un papel importante en la posterior diversificación de formas de vida, conocida como el Gran Evento de Biodiversificación del Ordovícico.
El hallazgo aparece descrito con minuciosidad en el 'Nature' de esta semana y tiene la participación, cómo no, de Derek Briggs, el mayor experto, o al menos el más célebre, en la fauna del Cámbrico desde que describió en los años 70 muchos de los especímenes encontrados hace un siglo en la cantera de Burgess Shale. Un todavía joven Briggs hizo una aparición estelar en el libro 'La vida maravillosa' del difunto paleontólogo Stephen Jay Gould, pese a lo cual mantuvo posteriormente una amarga disputa con este último.

Una extinción de peces primitivos propició el origen de los vertebrados modernos



Una extinción masiva de peces primitivos hace 360 millones de años está detrás del origen de todos los vertebrados modernos, incluidos los seres humanos. Así lo aseguran dos investigadores de la Universidad de Chicago -Lauren Sallan y Michel I. Coates-, que han buceado en las bases de datos de todos las especies fosilizadas de aquel momento.
Esta catástrofe, cuya causa podría haber sido una glaciación, se conoce como evento Hangenberg y podría haber sido mucho más importante de lo que se pensaba hasta ahora porque provocó un cuello de botella de las especies que existían en ese momento, justo después de la masiva extinción del Devónico, que tuvo lugar 15 millones de años antes.
Los científicos apuntan que en ese momento desaparecieron los peces placodermos acorazados, como el 'Dunkleosteus' gigante, uno de los depredadores marinos más fieros que han existido, y los peces con aletas pedunculadas, que eran mayoría. Por contra, los tiburones y las rayas, del grupo de peces gelatinosos, eran escasos, así como los tetrápodos o peces con patas.
"Sin embargo, al final del Devónico, todo esas especies dominantes fueron reemplazadas. Los jugadores cambiaron y los pocos que sobrevivieron fueron los que luego se extendieron de forma espectacular", explica Michael Coates.
De hecho, antes de ese evento Hangenberg, los tetrápodos, de donde proceden todos los vertebrados terrestres, incluido el ser humanao, habían hecho ya alguna tentativa de salir del agua a la tierra, como es el caso de Ichthyostega, uno de los primeros en tener patas y dedos.
Tras la extinción, hubo un periodo en el que casi no se resgistran fósiles, un agujero paleontológico conocido como Romer's Gap que traía de cabeza a los expertos.
Ahora, Sallan y Coates defienden que ese boquete de 15 millones de años fue la resaca después del traumático cataclismo de Hangenberg, debido a la disminución de la biodiversidad general. Poco a poco, los tetrápodos se recuperaron y se convirtieron en los abuelos ancestrales de los los animales terrestres vertebrados, desde los mamíferos a los pájaros, según explican esta semana en la revista 'Proceedings of National Academy of Science' (PNAS).
Para el paleontólogo José Luis Sanz, catedrático en la Universidad Autónoma de Madrid, se trata de una investigación interesante: "Perfila mejor los cuellos de botella por los que pasaron los vertebrados, lo que es importante porque podría considerarse una sexta extinción del pasado y ahora estaríamos en la séptima", argumenta.
Las estimaciones anteriores se habían realizado siempre con fósiles de invertebrados, como moluscos y almejas) que son mucho más comunes, pero gracias a nuevas técnicas de procesamiento de datos, los biólogos de Chicago han podido observar los cambios antes y después dde Hangenberg.
Esta gran extinción, que había pasado bastante inadvertida y que tuvo lugar en un momento crítico para los vertebrados, según otros estudios coincide con la formación de un glaciar que hizo bajar el nivel del mar drásticamente.
Sanz recuerda que en esos momentos se produjeron aumento de nutrientes en el agua y falta de oxígeno en algunos niveles, lo que provocó muchos cambios en la fauna. Algunos inesperados, como el hecho de que las especies más abundantes no se recuperaran y si lo hicieran otros grupos que estaban separados y dispersos.