jueves, 30 de julio de 2009

Cómo los recuerdos antiguos son regrabados y a veces modificados

Unos investigadores de la Universidad McGill, en Canadá, han descubierto una serie de mecanismos moleculares que regulan el modo en que nuestros cerebros evocan, restauran e incluso modifican recuerdos viejos. Este proceso, llamado reconsolidación de la memoria, altera radicalmente el modelo más aceptado sobre cómo funciona la memoria. La teoría antigua es que, una vez se graba un recuerdo en el cerebro, permanece básicamente estático en él hasta que el soporte se dañe.




El equipo conducido por el profesor Karim Nader ha descubierto que los recuerdos relacionados con miedos muy intensos no sufren inicialmente la reconsolidación, pero con el paso del tiempo (del orden de un mes o algo así) incluso estos recuerdos pueden ser objeto de dicho proceso.Éste nuevo hallazgo se basa en la investigación previa de Nader, que mostró que es posible borrar químicamente los recuerdos de temor en las ratas, y contribuyó a esclarecer la neurobiología de la memoria, además de mostrar que los recuerdos a largo plazo pueden ser desbloqueados e incluso modificados. Los descubrimientos de Nader han desafiado a los puntos de vista tradicionales sobre la base neuronal de la memoria.Además, en el nuevo estudio los autores han identificado algunos de los mecanismos cerebrales que determinan si un recuerdo sufrirá o no la reconsolidación.
Los nuevos hallazgos profundizan en el conocimiento del mecanismo molecular básico a través del cual el cerebro controla qué recuerdos sufren o no la reconsolidación.El bloqueo de la reconsolidación ha sido sugerido como un posible nuevo tratamiento para víctimas de trastornos psicológicos, incluyendo las alteraciones en las que intervienen recuerdos inquietantes que el sujeto evoca una y otra vez sin poder evitarlo, como sucede por ejemplo con el Trastorno por Estrés Postraumático. Los resultados de esta investigación indican que las terapias para tratar este trastorno basadas en la reconsolidación no deberían ser aplicadas a los pacientes poco tiempo después de haber sufrido el trauma. El motivo es que los recuerdos extremadamente fuertes no pueden pasar por la reconsolidación hasta varios meses después de que el sujeto haya experimentado el trauma.En una investigación previa en la que Nader participó, se demostró que la reconsolidación interrumpida puede usarse para aliviar el sufrimiento de pacientes con Trastorno por Estrés Postraumático crónico. La terapia incluye la administración de un medicamento común para la presión sanguínea, el propranolol, cuando el sujeto narra o rememora detalladamente un evento traumático. El propranolol bloquea parcialmente la reconsolidación del miedo asociado con el recuerdo.Los resultados obtenidos en esta línea de investigación indican que las personas con los traumas más antiguos responderán mejor al tratamiento.

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