A tres kilómetros bajo la superficie del Mar de los Sargazos hay una depresión en la corteza terrestre rellenada con sedimentos y, según creen los científicos, pululante de vida, vida microscópica, exótica, probablemente nunca antes vista por ojos humanos.
El lugar, según creen los investigadores de la Universidad de Harvard y de otras instituciones, puede abrirnos una ventana hacia un vasto mundo de vida microscópica subterránea que, supuestamente, se extiende hasta varios kilómetros en el subsuelo, y la cual, según las primeras estimaciones, puede rivalizar, tanto en biodiversidad como en biomasa, con la vida que puebla la superficie de nuestro mundo.El biólogo Peter Girguis está trabajando con colegas de diversas partes del mundo, en una nueva colaboración, para explorar esa vida del subsuelo marino. Si la abundancia estimada se acerca a la realidad, conocer estas formas de vida no sólo generará nuevos y abundantes conocimientos científicos, sino que también mejorará de manera notable lo que se sabe acerca de los ciclos naturales de intercambio de sustancias químicas, nutrientes y agua entre la tierra, el aire y el mar.Hace sólo una década que los investigadores comenzaron a buscar vida en el interior de bloques de subsuelo marino extraídos con taladros para comprender la biología del lecho marino. Y encontraron vida en abundancia. Es posible que exista mayor biomasa en los sedimentos del fondo marino, en forma de microbios, que en todos los continentes juntos.Trabajar en el fondo marino, y aún más por debajo del mismo, presenta enormes problemas logísticos. Los instrumentos deben ser capaces de resistir una presión tremenda y una oscuridad extrema. Aunque gran parte del fondo marino es frío, no es ese el caso alrededor de las fumarolas hidrotermales. Allí el agua es calentada a más de 300 grados centígrados, y si no hierve es porque la enorme presión se lo impide. El agua, corrosiva por los minerales y gases disueltos que transporta, devora ávidamente al aluminio, al hierro, e incluso al acero inoxidable.
Es muy difícil duplicar estas condiciones extremas en el laboratorio. Las muestras tomadas en el fondo de los océanos experimentan transformaciones al reducirse la presión a la que están sometidas, a medida que se aproximan a la superficie. Según va disminuyendo la presión, los gases que habían sido retenidos por la enorme presión burbujean y escapan; los microbios presentes en las muestras metabolizan elementos diferentes, y ya han cambiado las proporciones y relaciones entre ellos cuando son subidos al barco de investigación.La única manera de conocer de verdad las condiciones en el fondo del mar, es crear instrumentos diseñados para tomar mediciones allí.A diferencia de la mayor parte del fondo oceánico, cubierto por sedimentos que se vuelven anóxicos (sin oxígeno) a los pocos centímetros de profundidad, los sedimentos del extraño lugar que se pretende estudiar parecen estar oxigenados en toda su profundidad. Esto significa que probablemente contengan una comunidad microbiana única que explota el material orgánico en los sedimentos de maneras diferentes a como lo hacen los microbios anaerobios.Una vez se complete la fase de los preparativos, en 2010, comenzará el trabajo en toda su magnitud. El plan es taladrar tres agujeros que penetren cientos de metros en el sedimento, e insertar en ellos largas cadenas de instrumentos que examinarán las condiciones reinantes, a intervalos, debajo del lecho marino. Los instrumentos se mantendrán en su sitio mediante un dispositivo que actuará de tapón de los agujeros y que podría contener otros instrumentos y las baterías para mantener las operaciones en marcha.
Enigmática Comunidad Microbiana en el Fondo del Mar de los Sargazos
miércoles, 8 de abril de 2009
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