La utilización de una conexión artificial entre neuronas y músculos ha demostrado ser capaz de restaurar el movimiento voluntario en extremidades paralizadas.
Poder cambiar la ruta de las señales cerebrales para permitir su circulación entre cerebro y músculos sin tener que hacerlas pasar a través de nervios dañados sería una buena manera de tratar los efectos de las lesiones de médula espinal. Una lesión de esta clase destruye nervios pero suele dejar intactos los músculos y el tejido cerebral que los controla.A diferencia de experimentos anteriores para activar músculos paralizados a través de estímulos eléctricos predeterminados, o de aprovechar la actividad cerebral para manejar brazos robóticos o cursores en un ordenador, en este estudio se estimularon los músculos directamente utilizando la actividad de neuronas en la corteza motora, la parte del cerebro que normalmente controla el movimiento de las extremidades.El estudio fue una prueba de concepto: mostró que la idea podría funcionar. Lo que resultó fascinante sobre esta estimulación directa es que evita el complicado proceso de descodificar las señales neuronales para controlar un ordenador o dispositivo robótico. La estimulación directa de los músculos puede permitir a las personas tener un control más natural del movimiento a través de su propia voluntad.
Los experimentos fueron realizados con instrumental de laboratorio, pero los investigadores también construyeron un dispositivo electrónico portátil a partir de componentes comunes y de fácil obtención en el mercado, para convertir las señales de las neuronas de la corteza motora en estímulos. El dispositivo, que funciona con dos pilas de tipo AA, es lo bastante pequeño como para caber en una caja de fósforos y podría permitir a los pacientes valerse de la conexión artificial de modo duradero.El estudio fue llevado a cabo en un centro especializado en investigaciones sobre primates y dependiente de la Universidad de Washington.Los primates aprendieron a utilizar estímulos artificiales directos de células de la corteza motora escogidas arbitrariamente, transferidos a múltiples músculos, para flexionar y extender sus muñecas con el fin de jugar con un videojuego. Los nervios de sus muñecas habían sido desactivados temporalmente con un anestésico local. A pesar del bloqueo nervioso, los primates fueron capaces de controlar la fuerza de las contracciones de los músculos de sus muñecas para alcanzar un conjunto de objetivos en la pantalla de un ordenador. Controlar el grado de las contracciones musculares es lo que nos permite tomar un huevo sin romper su cascarón o agarrarnos con fuerza a una barandilla para evitar caernos.
Conexión Artificial Entre Neuronas y Músculos
miércoles, 26 de noviembre de 2008
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