La NASA ya cuenta con el prototipo de la nave que sustituirá al transbordador espacial. En una espectacular presentación digna de Florentino Pérez, la agencia espacial de EEUU ha mostrado por primera vez el gigantesco Ares 1-X, un nuevo cohete de 100 metros de altura con el que Estados Unidos espera llevar a sus astronautas al espacio en la próxima década.
Está previsto que el Ares realice un vuelo de prueba de dos minutos la semana próxima, para que los técnicos puedan revisar el funcionamiento del vehículo. Sin embargo, la viabilidad del proyecto a largo plazo está muy cuestionada y podría ser cancelado en los próximos meses. La comisión de expertos designada por el Barack Obama expresó al presidente estadounidense (en el adelanto de un informe que presentará esta semana) varias opciones para poner a sus astronautas en el espacio. Ninguna de ellas incluía el Ares 1-X.
Mientras, el Ares 1-X ya está siendo trasladado desde el hangar en el que fue construído hasta el Centro Espacial Kennedy, desde donde sus creadores esperan que sea lanzado el próximo día 27. Durante el vuelo de prueba, Ares ascenderá hasta una altitud de 40 km, periodo durante el cual se monitorizarán la aerodinámica, los controles y el rendimiento del cohete en esta primera fase. "Es un cohete de mucha altura. Hace más de tres décadas que nadie construía uno así, el último fue el Saturno 5", explicaba Trent Smith, uno de los ingenieros del Ares 1-X.
La agencia norteamericana tiene previsto retirar sus lanzaderas el próximo año. La administración Bush puso en marcha un programa espacial denominado Constellation, que preveía el regreso a la Luna en 2020 como parte de un plan para llegar a Marte. Este programa en la actualidad está siendo revisado por la misma comisión de expertos, que ha calificado estos objetivos de "insostenibles" debido a la falta de presupuesto.
De mantenerse en funcionamiento, el Ares no realizaría su viaje tripulado inaugural antes de 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario