Un equipo de científicos financiados por la NASA, incluyendo dos de la Universidad de California en Santa Bárbara (UCSB), sigue sin lograr explicar el inesperado "ruido cósmico" que descubrieron en la banda del espectro electromagnético correspondiente a las ondas de radio.
El hallazgo proviene de los datos reunidos por un gran globo sonda de la NASA, lleno con helio. En ellos, los científicos descubrieron este ruido cósmico en la banda de las ondas de radio, seis veces más estruendoso de lo esperado.
"Es como si viviéramos en un cuarto oscuro y cada vez que encendiésemos las luces y explorásemos, halláramos algo nuevo", declara Philip M. Lubin, miembro del equipo y profesor de física en la UCSB. "El universo continúa asombrándonos y proporcionándonos nuevos misterios. Es como un gran rompecabezas del que nos dan piezas poco a poco para que ocasionalmente podamos ver a través de la niebla de nuestra confusión".La misión, denominada ARCADE, tenía por objetivo explorar el cielo en busca del calor de la primera generación de estrellas. En su lugar encontró un enigma cósmico.Una pantalla misteriosa de ruido ultrafuerte en forma de ondas de radio impregna el cosmos, impidiendo a los astrónomos observar el calor de las primeras estrellas.
El instrumento a bordo del globo sonda de la misión ARCADE descubrió esta estática cósmica en su vuelo de Julio del 2006.
El ruido es seis veces más estruendoso de lo esperado. Los astrónomos no tienen ninguna idea del por qué, a pesar de la larga labor de estudio efectuada desde entonces."En lugar de la débil señal que esperábamos encontrar, aquí estaba este ruido retumbando seis veces más fuerte de lo que cualquiera había predicho", rememora Alan Kogut, de la NASA. Un análisis detallado descartó que su origen estuviera en las estrellas primordiales o en fuentes de radio conocidas, incluyendo el gas en el halo exterior de nuestra propia galaxia.
La fuente de este fondo cósmico de ondas de radio sigue siendo un misterio.
El instrumento voló a una altitud de cerca de 40 kilómetros, donde la atmósfera empieza a atenuarse de manera acusada para dejar lugar al vacío del espacio.
El instrumento voló a una altitud de cerca de 40 kilómetros, donde la atmósfera empieza a atenuarse de manera acusada para dejar lugar al vacío del espacio.
El problema, tal como destaca Dale Fixsen, miembro del equipo, que trabaja en la Universidad de Maryland, es que no parece haber suficientes radiogalaxias (galaxias con emisiones de radio significativas) a las que poder responsabilizar de la potente señal descubierta en la misión ARCADE.
Para explicar la señal por la acción de dichas galaxias, debería haber tantas que estarían "empaquetadas en el universo como sardinas en una lata", en palabras de Fixsen. "No quedaría ningún espacio libre entre una galaxia y la siguiente".
La estática de ondas de radio detectada en la misión ARCADE es mucho más fuerte que la emisión de ondas de radio combinada de todas las galaxias en el universo. Esto sugiere que algo importante, y nuevo para la ciencia, tuvo que haber ocurrido cuando se formaron las primeras galaxias, una época en la que el universo tenía menos de la mitad de su edad actual.
Sigue Sin Explicación un Raro e Intenso "Ruido de Fondo" en las Radioemisiones Cósmicas
Sigue Sin Explicación un Raro e Intenso "Ruido de Fondo" en las Radioemisiones Cósmicas
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