viernes, 22 de agosto de 2008

Aumento de Temperatura en Avispas y Abejorros Cuando Hallan Comida Rica en Proteínas

El buen polen eleva la temperatura corporal de las avispas y los abejorros, según los resultados de un estudio realizado por un equipo de biólogos de la Universidad de California en San Diego, dirigidos por James Nieh. Las avispas de la especie estudiada también se calientan cuando encuentran carne rica en proteínas, como ha demostrado otro experimento hecho por separado.




En ambos casos, los músculos de vuelo, al estar más calientes, probablemente aceleran a los insectos de regreso al hogar, permitiéndoles explotar con mayor rapidez el valioso recurso antes de que otro competidor lo haga.Como ninguno de los individuos de estas especies que se dedican a tareas de recolección se alimenta con las proteínas que recogen, prefiriendo alimentar con ellas a sus larvas, su calentamiento debe ser producto de un comportamiento típico y no de una respuesta metabólica frente a un alimento nutritivo, como concluyeron ambos equipos de investigación.Encontrar tal respuesta en dos especies relacionadas entre sí muy distantemente (los abejorros y las avispas evolucionaron como tales, bifurcándose de su linaje ancestral común, hace muchos millones de años), sugiere que tal comportamiento es un rasgo ancestral.Las avispas de la especie estudiada, Vespula pensylvanica, llegaron a Hawai como polizontes en un cargamento de árboles de navidad a fines de los años 70. Las avispas se alimentan con cualquier tipo de carne que encuentran, desde cadáveres de animales hasta otros insectos. Su voraz apetito por las proteínas y su eficiente manera de conseguirlas están amenazando a las poblaciones de arañas e insectos hawaianas.Megan Eckles y Erin Wilson viajaron a Hawai para ver si este calentamiento corporal aumentaba la eficacia predatoria de las avispas.
Eckles encontró cuatro colonias y colocó platos de pollo enlatado a 20 metros del centro de sus nidos. Ella midió la temperatura de 134 avispas empleando un termómetro parecido a un pequeño puntero láser, que dirigía un rayo infrarrojo al tórax de cada avispa mientras se encontraba ocupada recolectando el cebo.Las avispas que encontraban el alimento más nutritivo se calentaban más. Si encontraban una fuente muy rica en proteínas, como carne de pollo pura, su temperatura en el tórax era mucho más alta que cuando encontraban una fuente de alimentos pobre en proteínas.En un experimento separado, Nieh, Katherine Mapalad y Daniel Leu establecieron colonias de abejorros (Bombus impatiens), en una sala de la universidad sometida a una temperatura más fría de lo normal, donde ofrecieron a los insectos polen puro o polen que había sido mezclado con un 75, un 50 ó un 25 por ciento en peso con celulosa, indigerible para ellos.Empleando un visualizador térmico, los investigadores midieron las temperaturas de 94 abejorros recolectores durante su tarea de recolección de polen. Constataron que cuantas más proteínas encontraban los abejorros, más calientes se ponían.



No hay comentarios: