martes, 26 de agosto de 2008

Hacia un Mayor Uso del Almacenamiento Energético Por Aire Comprimido

La investigadora Georgianne Peek, de los Laboratorios Nacionales de Sandia, piensa que una posible solución a los altos costos de la energía se encuentra bajo tierra. Y no es carbón o petróleo. Es el almacenamiento energético por aire comprimido (CAES, por sus siglas en inglés).



El CAES y otras tecnologías de almacenamiento no son la única respuesta a la energía que necesita el mundo, pero pueden ser una parte importante de la solución. Las instalaciones de CAES funcionan como grandes baterías. Unos potentes motores eléctricos manejan los compresores que comprimen el aire en una formación geológica subterránea durante los períodos de tiempo en que el uso de la electricidad es menor, como por ejemplo por las noches. Entonces, cuando se necesita el máximo de electricidad durante los períodos de alta demanda, el aire precomprimido se utiliza en turbinas de combustión modificadas para generar electricidad. Todavía se necesita gas natural u otros combustibles fósiles para hacer funcionar las turbinas, pero el proceso es más eficiente. Este método utiliza hasta un 50 por ciento menos de gas natural que el sistema de producción normal de electricidad.
Aunque el concepto del almacenamiento energético por aire comprimido tiene más de 30 años, sólo existen dos de tales plantas: una de 30 años de antigüedad en Alemania, y una de 17 años en McIntosh, Alabama, ambas en cavernas. Una tercera está desarrollándose en un acuífero cerca de Des Moines, Iowa.
La central eléctrica de Iowa tendrá una potencia nominal de unos 268 megavatios, con aproximadamente 50 horas de almacenamiento CAES. Utilizará la abundante generación eólica existente en Iowa para cargarla. Cuando esta nueva central esté en marcha, podrá suministrar el 20 por ciento de la energía eléctrica utilizada en un año en una central eléctrica municipal típica como las que operan en la zona, y podría ahorrar a las ciudades tanto como 5 millones de dólares cada año en la energía comprada.El viento sopla en algunas áreas cuando la electricidad no se necesita o donde el sistema de transmisión no puede aceptar toda la energía. El almacenamiento durante el horario de bajo consumo permite que esa energía que se ha acumulado sea suministrada cuando más se necesita. Así, puede proporcionarse más energía renovable de lo que sería posible sin el almacenamiento.



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