lunes, 29 de septiembre de 2008

Cómo los Rasgos Sexuales "Secundarios" Pueden Conducir a la Evolución de una Especie

Las ostentosas y a veces raras características que mejoran las oportunidades de una criatura para encontrar una pareja también pueden llevar a la separación reproductiva de las poblaciones y a la evolución de nuevas especies. Los resultados de un reciente estudio apoyan esta hipótesis.


En su estudio, Armin Moczek y Harald Parzer, biólogos de la Universidad de Indiana en Bloomington, han examinado a machos de cuatro poblaciones geográficamente separadas del escarabajo cornudo de la especie Onthophagus taurus.
Los escarabajos han divergido significativamente en el tamaño del órgano copulatorio masculino, y parece que la selección natural operando en el otro extremo del animal (los cuernos sobre las cabezas de los escarabajos) está impulsando el proceso.
Los biólogos saben que en estos escarabajos existe una relación inversa entre los caracteres sexuales secundarios y los caracteres sexuales primarios. Cuando los cuernos se hacen más grandes, los órganos de copulación se hacen más pequeños, y viceversa. Lo que no se conocía era cuán frecuente y rápidamente puede ocurrir esto en la naturaleza, y si el fenómeno puede llevar a la evolución de nuevas especies.
Las estructuras directamente involucradas en el apareamiento se conocen como las características sexuales primarias, mientras que las estructuras de combate como los cuernos, o los atributos seductores como un plumaje espectacular, se conocen como las características sexuales secundarias.


Los biólogos evolutivos creen que los cambios en el tamaño y la forma del órgano copulatorio pueden promover la diferenciación de las especies haciendo sexualmente incompatibles a los individuos de diferentes poblaciones.

Nativo de Italia, el O. taurus existe en otras partes del mundo sólo debido a la reciente actividad humana. Esto significa, tal como argumentan Moczek y Parzer, que las marcadas divergencias que ellos observaron en el tamaño del órgano copulatorio y los cuernos del O. taurus deben haberse producido en un período sumamente corto de tiempo, 50 años o menos.
A pesar de lo que mucha gente pueda creer, la variación en el tamaño del órgano copulatorio masculino dentro de una especie tiende a ser muy baja, incluidos los humanos y los escarabajos. Pero las cuatro poblaciones de O. taurus estudiadas por Moczek y Parzer en EE.UU. (concretamente en Carolina del Norte), en Italia, occidental y oriental, y en Australia, exhiben cambios sustanciales tanto en los cuernos como en la longitud de los genitales, tanto como en 3,5 veces, en lo que se refiere a un índice que los científicos idearon y que tiene en cuenta el tamaño del cuerpo.
Los científicos examinaron otras diez especies de Onthophagus, y, tal como esperaban, encontraron inmensas diferencias entre las especies con respecto al tamaño de los cuernos y de los órganos copulatorios masculinos. Esto sugiere que los intercambios compensatorios entre los rasgos sexuales primarios y secundarios continúan determinando el modo en que las especies divergen, mucho después de que se haya producido la especiación.


Cómo los Rasgos Sexuales "Secundarios" Pueden Conducir a la Evolución de una Especie

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