Impulsados por las fluctuaciones de las hormonas, los años de la adolescencia pueden ser una época de grandes conmociones emocionales. Pero, como ha desvelado un estudio del MIT, los problemas pueden no acabar con el cumpleaños número 18.
Esta investigación sugiere que la etapa que va desde los 18 años hasta los 25 debe considerarse un período de desarrollo específico con sus propias características, hitos y limitaciones, una época tanto de logros asombrosos como de riesgos notables, a medida que los adultos jóvenes avanzan hacia la madurez plena.
"Cada vez hay más consenso sobre que la persona de 18 años de edad no es la misma persona que será a los 25, de igual modo que alguien de 11 años de edad no es igual a como será a los 18. Unos y otros no presentan el mismo aspecto, ni sienten, piensan o actúan del mismo modo", explica A. Rae Simpson, directora del programa de educación para la crianza de los hijos, e investigadora del Centro del MIT para el Trabajo, la Familia y la Vida Personal.
El trabajo de Simpson tiene implicaciones para las universidades cuyos responsables buscan aliviar el estrés y la depresión de los estudiantes, así como para los padres que conviven con adultos jóvenes. Éstos también pueden llegar a comprender mejor su propia psique gracias a esta reciente investigación.
Tal como señala Simpson, muchas personas de veintitantos años se sienten muy presionadas desde diversos ámbitos de su entorno social para alcanzar a esa edad toda una serie de metas. "Y eso es claramente injusto", denuncia Simpson. "Hay muchas cosas que suceden después de los 25, o de los 30 ó de los 40, algunas de las cuales no pueden hacerse realidad antes".
Simpson, una autoridad sobre la educación de los hijos, y los problemas de los adolescentes, examinó más de 500 artículos académicos y otras fuentes técnicas sobre ese periodo de juventud adulta. Ella basa parcialmente sus conclusiones en investigaciones que indican que una serie de desarrollos importantes de la corteza prefrontal del cerebro no se materializan hasta poco después de los veinte años. Pero también considera los factores culturales: Los adultos jóvenes de hoy en naciones como Estados Unidos están asistiendo a la escuela mucho más tiempo, casándose a una edad más tardía y viviendo a menudo en la casa de sus padres debido a la presión económica.
Los hitos que se tiende a asociar a la entrada en la etapa adulta están registrándose ahora a una edad más cercana a los 30 que a los 20.
La Difícil Transición Desde los 18 a los 25 Años
lunes, 29 de septiembre de 2008
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